Suben las temperaturas y el secador de pelo deja de ser una obligación. Está permitido salir con el cabello húmedo (¡no estilando!) y secarlo al viento, pero para mantenerlo sano y brillante la toalla se vuelve central. Muchas veces relegada como algo sin importancia, le damos a este elemento de belleza la importancia que merece.
¿Cómo elegirla? “Es importante ocupar una toalla exclusivamente para el pelo, no la misma del cuerpo, y que siempre sea de uso personal. Recomiendo elegir una de algodón, absorbente y lo menos sintética posible, ya que los componentes plásticos repelen el agua y son mucho más ásperos. En la peluquería (TQV) ocupamos unas de celulosa que se degradan y son desechables”, explica Paulina Martínez, de la peluquería Te Quiero Verde. Aunque el estilista de la Peluquería y Barbería Condell Ignacio Green también considera otras opciones: “Las toallas de microfibras tienen una gran tecnología textil y permiten aumentar la capacidad de absorción con una fibra muy suave y ligera. Sin embargo, a pesar de su gran suavidad y grado de absorción, nunca conseguirán sustituir el algodón que tiende a repartir el agua absorbida por toda la extensión de la prenda. En todo caso sí lo recomiendo para personas que nunca se secan el pelo con secador”. Ambos expertos coinciden en que la suavidad de la toalla es fundamental para evitar que el pelo se enrede.
Sí al turbante. El clásico rollito que muchas hacen con la toalla con la cabeza hacia abajo y luego de un impulso hacia atrás, ¡está pésimo! Con estos movimientos bruscos se rompe la cutícula capilar que está más expuesta y débil luego del lavado, según explican ambos estilistas. Lo correcto es hacer un turbante, pero con delicadeza. “Hacer un turbante con la toalla es un buen método de secado para los cabellos largos que tienden a retener agua. La forma ideal de hacerlo es en cuanto termine el lavado del pelo. Dejar fluir el cabello con las manos para eliminar el exceso de agua, no se retuerce, se aprietan los mechones con las manos para eliminar el agua acumulada. Así el cabello dejará de chorrear y se secará más rápido. Es importante asegurarse de que todo el cabello caiga hacia abajo, peinarlo con los dedos para evitar que se enrede. Colocar la toalla horizontalmente sobre la parte de atrás de la cabeza de forma que el borde quede alineado con el nacimiento del cabello. Cuando estén aún inclinados hacia delante, meter el cabello dentro de la toalla, de forma que ambos lados de esta se unan. Una vez hecho, parecerá que llevas un moño largo cubierto por la toalla. Para finalizar, enrollar la toalla en una dirección. Doblar la toalla de manera que tanto sus dos lados como el cabello queden unidos. Una vez que se haya enrollado toda la toalla, colocar el extremo sobre tu cabeza”, describe Ignacio. En el mercado es muy fácil encontrar toallas-turbantes, diseñadas especialmente para hacer más facilmente esta técnica de secado.
- NO frotar el pelo con la toalla porque se rompe la cutícula capilar.
- SÍ presionar el pelo para sacar el exceso de agua.
- NO enrollar bruscamente la toalla sobre el pelo.
- SÍ hacer un turbante que envuelva el cabello sin dañarlo.
- NO dejar el turbante de toalla demasiado rato, ya que opaca el pelo (máximo 10 minutos).
- SÍ cepillar el cabello con los dedos para retirar el exceso de agua y desenredar antes de hacer el turbante.
Fuente RevistaMujer
Comentarios
Publicar un comentario